Un Homenaje poco recordado, el Apollo 15 y los Astronautas Caidos.

  


 
Archivo NASA                                           


  Durante la misión del Apollo 15, los astronautas Davis Scott y James Irwing realizaron un pequeño y casi desconocido homenaje a los astronautas y cosmonautas que murieron como consecuencia de sus misiones o actividades relacionadas.

 En el momento final de su misión en la superficie lunar, los astonautas depositaron al "Astronauta Caído" y una placa con los nombres de los astronautas y cosmonautas que murieron hasta esa fecha.

 La estatua, fabricada en aluminio y de unos 1,91 x 1,91 x 8,5 cm de alto, fue diseñada por el astista belga Paul Van Hoeydonk. La idea de realizar este homenaje surgió en una cena en la cual se conocieron Hoeydonk y Scott.

 La pequeña estatua fue depositada en la región de Hadley Apeninos, en el Mare Imbrium, zona en la que descendió el Módulo Lunar Falcon. La plaqueta, depositada al lado de la estatua, recordaba a los siguientes astronautas y cosmonautas perecidos en sus misiones:


 - Theodore Freeman, 31 de octubre de 1964, accidente aéreo.

 - Charles Bassett, 28 de febrero de 1966, accidente aéreo.

 - Elliott See, 28 de febrero de 1966, accidente aéreo.

 - Virgil I. "Gus" Grissom, 27 de enero de 1967, incendio del Apollo 1.

 - Roger Chaffee, 27 de enero de 1967, incendio del Apollo 1.

 - Edward White, 27 de enero de 1967, incendio del Apollo 1.

 - Vladimir Komarov, 24 de abril de 1967, reingreso del Soyuz 1.

 - Edward Givens, 6 de Junio de 1967, accidente automovilístico.

 - Clifton Williams, 5 de octubre de 1967, accidente aéreo.

 - Yuri Gagarin, 27 de marzo de 1968, accidente aéreo.

 - Pavel Belayev, 10 de enero de 1970, enfermedad.

 - Georgi Dobrovolski, 30 de junio de 1970, reingreso Soyuz 11.

 - Viktor Patsayev, 30 de junio de 1970, reingreso Soyuz 11.

 - Vladislav Volkov, 30 de junio de 1970, reingreso Soyuz 11.

  
  
Réplica de la estatuilla original exibida en el Instituto Smithsoniano
 
 
 
 Hasta el momento el Astronauta Caído es el único monumento o memorial en la Luna, aunque por cierto no es el único recuerdo simbólico dejado en su superficie. Los astronautas del Apollo 15 tenían en mente este homenaje desde hacía tiempo, y su determinación de realizarla aumentó luego del accidente del Soyuz 11.
 
 
 
 
 
 
 
 
  La pequeña estatuilla debía clumpir determinados requisitos: por un lado ser construida en un material que le permita soportar las duras condiciones de la superficie lunar, representar una imagen humana aunque sin sexo, ser neutra desde el punto de vista étnico, y no ser identificada con ninguna nacionalidad. Por otro lado su peso y dimensiones tenían que estar sujetas a las estrictas normas de estiba que la Apollo y el Módulo Lunar permitían.
 
 


 Van Hoeydonk no quiso que su nombre se asociara a la obra para evitar que su obra se convirtiera en un objeto comercial. De hecho, la NASA planeó vender unas reproducciones de la estatua pero la firme oposición de Scott y el artista lo impidieron. Curiosamente la primera mención pública del homenaje la realizó Walter Cronkite durante la transmisión de la misión Apollo 16.
 
  No deja de llamar la atención la simpleza de la obra, pero además la forma en que quedó depositada en la Luna, lo despojado y solitario de su reposo. Un homenaje con pocas palabras y profundo a todas las personas que han dado su vida en el duro camino de la conquista espacial.
 
 
 
 
 

Comentarios

Carlo ha dicho que…
Un homenaje muy sencillo, y no podría ser de otro modo, considerando la masa muy limitada de la estatua que podrían enviar a la Luna. Pero sin lugar a dudas es un homenaje muy bello a todos los "desbravadores del espacio", sin ninguna parcialidad nacional o ideológica, muertos hasta entonces. Yo tampoco conocía ese homenaje, gracias por hacerme conocerlo!
Saludos!
Gabriel Garcia Sagario ha dicho que…
si, realmente emocionante. me llamó la atención el interés en hacer algo realmente tan íntimo.

carlo, muchas gracias por tus palabras.

saludo!
Xerman ha dicho que…
Realmente, se trata de un gesto emotivo.
Un símbolo que recordará durante cientos de miles de años el sacrificio de una profesión sumamente arriesgada; y mas recalcable por el interés de los promotores de la idea en mantenerla al margen del merchandaising.
Un saludo.
Gabriel Garcia Sagario ha dicho que…
muy deaceurdo contigo Xerman, gracias por el comentario!.

Saludo!.-
Unknown ha dicho que…
Me ha encantado enterarme de esta historia. Desconocía el pequeño homenaje!

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